Ejercicio y linfoma

¿Cómo puede ayudarte el ejercicio si estás en tratamiento oncológico del linfoma?

Si has sido diagnosticado con linfoma, es posible que te preguntes si puedes hacer algo más para ayudar a tu cuerpo en el tratamiento contra la enfermedad. ¡La respuesta es sí! El ejercicio físico puede ser una herramienta poderosa no solo para mejorar tu bienestar general, sino también para fortalecer tu sistema inmunológico y ayudar a tu cuerpo a combatir el cáncer.

El Poder del Ejercicio en tu Sistema Inmunológico

Un estudio reciente ha revelado que una sesión corta de ejercicio puede tener efectos positivos en el sistema inmunológico de personas con linfoma. En este estudio, se observó que tan solo 10 minutos de ejercicio moderado en una bicicleta aumentaron temporalmente el número de células inmunitarias en la sangre, específicamente las células T citotóxicas y las células asesinas naturales (NK, por sus siglas en inglés). Estas células son cruciales para luchar contra el cáncer, ya que son las encargadas de atacar y destruir las células tumorales.

Este aumento en las células inmunitarias significa que tu cuerpo puede estar mejor preparado para combatir el cáncer después de realizar ejercicio. Aunque los niveles de estas células vuelven a su estado normal después de un tiempo, el ejercicio regular podría ayudar a mantener un sistema inmunológico más activo y eficiente en su tarea de combatir el cáncer.

¿Por qué es Importante el ejercicio en las personas con linfoma?

Además de mejorar la función inmunológica, el ejercicio tiene muchos otros beneficios para los pacientes con cáncer. Puede ayudarte a mantener tu fuerza, mejorar tu calidad de sueño, y reducir la fatiga. Esto significa que te sentirás mejor tanto física como mentalmente, lo que es crucial durante el tratamiento del cáncer.

El ejercicio también puede ser una excelente manera de mantener tu peso y mejorar tu estado de ánimo, reduciendo síntomas de depresión y ansiedad que pueden surgir durante el tratamiento del cáncer.

¿Cómo Empezar?

No necesitas convertirte en un atleta para obtener estos beneficios. Como mostró el estudio, incluso un ejercicio moderado de corta duración puede tener efectos positivos. Aquí tienes algunas ideas para empezar:

  1. Camina diariamente: Un paseo tranquilo por tu barrio puede ser suficiente para activar tu sistema inmunológico.
  2. Prueba el yoga o la meditación en movimiento: Estas prácticas combinan movimiento con relajación, lo que puede ser muy beneficioso para tu bienestar.
  3. Consulta a un fisioterapeuta: Un fisioterapeuta especializado en pacientes con cáncer puede ayudarte a diseñar un plan de ejercicios que se ajuste a tus necesidades y capacidades.
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Fisioterapeuta guiando ejercicio terapéutico

El ejercicio es más que una forma de mantenerte en forma; es una herramienta poderosa que puede ayudarte en tu tratamiento contra el cáncer. Al incluir actividades físicas en tu rutina diaria, no solo mejoras tu calidad de vida, sino que también le das a tu cuerpo un impulso extra  contra el linfoma a través del sistema inmune. ¡Anímate a moverte y deja que tu cuerpo haga el resto!

Si deseas más información sobre cómo el ejercicio puede ayudarte y cómo puedes empezar de manera segura, no dudes en contactarnos. En ONCOFUN, estamos dedicados a integrar el ejercicio como una parte esencial del tratamiento contra el cáncer. 

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